El argumento de Maburaho es el siguiente: estamos en un mundo en el que la gente puede hacer un uso limitado pero muy elevado de magia. El protagonista es un negado que solo puede hacer magia 4 veces en toda su vida por lo que su carrera profesional va a ser más bien fugaz. Un detalle dramático es que cuando alguien consume todos los usos de magia se vuelve un fantasma. Sin embargo, la providencia a cambio de darle solo 4 usos le ha dado unos genes capaces de engendrar al mago más poderoso de todos los tiempos por lo que todas las chicas están interesadas en.. sí, en efecto, hacer ñikiñiki con él para conseguir sus genes. Es deslumbrante el materialismo exacerbado de las jóvenes niponas.
La serie es una comedia de instituto tipo harem (chico rodeado de muchas chicas), sucesos paranormales derivados de la magia, mucha ropa interior y grandes dosis de humor y sentimientos. Los personajes no brillan excesivamente por su originalidad: una chica-samurai como la de Love Hina, una casera viuda como la de Chobits y una rubia rica, pechugona y obsesionada por llevar a cabo el acto sexual con el protagonista.
Aunque no sea la serie más original me hizo pasar buenos ratos así que la volvería a ver.
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