Estos días he tenido la oportunidad de pasar unos días cerca de Estrasburgo en la Alsacia, al oeste de Francia (¡muchas gracias de nuevo Cécile!). Ha hecho más frío que en Madrid y casi todos los días ha estado nublado. Cuando se veía algo de luz venía invariablemente del sur.
Los franceses que he visto me han parecido muy educados (sin llegar al nivel japonés). Las calles estaban bastante limpias y la región me ha parecido muy bonita teniendo en cuenta que estamos en invierno. Si alguien está interesado en visitar Estrasburgo os aseguro que se puede ver fácilmente en un día. No hay metro pero sí autobuses y una red de tranvías por lo que moverse por la ciudad es cómodo.
¡Ah! Y por última una curiosidad sobre la ciudad que escuché en el paseo por el Bateau-Mouche que navegaba por el río Ill: parece ser que la costumbre de dar una última cena a los condenados a muerte que por desgracia todavía se sigue llevando a la práctica viene de aquí. Hace siglos se condenó a muerte a un joven de 18 años perteneciente a una familia rica. El joven estaba muy asustado y pidió cenar una última vez con su familia, deseo que le fue concedido y que desde entonces se extendió a otros países.
Aprovecho esta entrada para desearos a todos una Feliz Navidad y que tengáis un feliz 2009. :)